

Los suelos laminados son una opción popular para el hogar debido a su facilidad de instalación, durabilidad y estética atractiva.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no son impermeables y el agua puede ocasionar diversos problemas.
En este artículo, abordaremos los problemas más comunes que surgen por la exposición de los suelos laminados al agua, así como las medidas de prevención que puedes tomar para evitarlos.
El agua puede ocasionar diversos problemas en los suelos laminados, entre los que destacan:
Uno de los problemas más comunes es la hinchazón. El suelo laminado puede absorber agua, especialmente en los bordes y juntas, lo que provoca que las tablas se hinchen y deformen. Esto ocurre porque la capa interna del laminado, generalmente hecha de fibras de madera prensada, es muy porosa y susceptible a la humedad. Puede ocasionar que las tablas se arqueen, se levanten y se separen entre sí, afectando la apariencia y la funcionalidad del suelo.
La des-laminación es otro problema significativo. La exposición prolongada al agua puede hacer que las capas del suelo laminado se separen. El adhesivo que mantiene unidas las capas del laminado puede debilitarse debido a la humedad, provocando la separación de las capas.
El contacto continuo con el agua puede llevar al desgaste y decoloración de la capa superior del laminado. Esto no solo afecta la apariencia del suelo, sino que también puede reducir su durabilidad.
La humedad persistente debajo del suelo laminado puede fomentar el crecimiento de hongos y moho. Esto no solo es perjudicial para la salud, sino que también puede causar olores desagradables y dañar la estructura del suelo.
El agua puede causar que el suelo laminado se desajuste y se levante, especialmente en áreas donde las tablas no están bien selladas o donde el agua se ha filtrado repetidamente. Esto puede resultar en problemas estructurales que afectan la estabilidad del suelo.
Para evitar estos problemas, aquí tienes algunas recomendaciones:
La gravedad del daño por agua determinará el método de reparación adecuado. Si el daño es leve, puedes intentar secar el suelo tu mismo y llamar a un profesional par reemplazar las tablas dañadas. Sin embargo, si el daño es más extenso, no se podrá reparar, solo sustituyéndolo.
Conocer los problemas que el agua puede causar en los suelos laminados y cómo prevenirlos es esencial para mantener la belleza y funcionalidad de tu suelo. Al seguir estas prácticas, puedes prolongar la vida útil de tus suelos laminados y disfrutar de su estética durante muchos años.
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